Sin duda la cara amarga de esta jornada pletórica está en Marruecos. Donde los jóvenes de 20 de Ferbrero no se han podido expresar libremente contra una Carta Otorgada que debería dar vergüenza a los medios de calificarla de Constitución.
Vergonzoso también es que la Unión Europea no haya aprendido la lección Ben Ali-Mubarak y apoye la reforma estética de Mohamed VI en Marruecos, el rey de la eterna transición a la democracia.
Este sátrapa engaña y roba a su pueblo desde hace mucho tiempo y desde este lado del Mediterraneo le seguimos riendo las gracias. Ya es hora de una verdadera condicionalidad democrática en las política de vecindad de la Unión Europea.
Esa “Constitución” ha sido dictada desde palacio sin la más mínima intervención del pueblo al que solo se le pide que la aplauda en referendum.
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