Todo lo prometido se ha hecho agua de borrajas. El tan cacareado giro al centro ha sido desacreditado, ni apoyo a los matrimonios homosexuales, ni salida de los más duros ultraconservadores de la dirección nacional; ahí siguen felices: Ana Botella (la gran frutera homofoba y cuentacuentos machistas) Lamela (también conocido como el azote contra la Sanidad Pública y por su lamentable actuación en el Hospital Severo Ochoa) Ignacio González, mano derecha de Esperanza Aguirre, y casi se me olvidaba uno de los cerebros de la FAES, Lucia Figar. Unido, claro está, a las dos supercentristas: Cospedal, mano izquierda de Aguirre y Ana Mato, mujer de confianza de Aznar. Y sumando la confirmación de Don Mayor Oreja, como portavoz del PP en el Parlamento Europeo, que se cree que tan solo él y San Gil están en contra del terrorismo, vamos que si le apuras, la AVT desde que se fue Alcáraz es un sátelite de ETA/Batasuna. Lo que viene siendo un partido de extremo centro, o ultracentro.
La legitimación democrática irrisoria, Don Mariano compitiendo contra si mismo, y encima saca un 15% de votos en blanco.
Y de unidad, mejor ni hablar, Doña Esperanza es ahora “un verso suelto dentro del poema”, cuando le han puesto medio gobierno regional en la dirección para ver si se callaba. Y de lo mejor, la actuación de nuestro querido José Maria Aznar, “apoyo responsable” vaya eufemismo, de -te apoyo porque toca, que si no...-, eso sí, sin olvidarse de meter el dedo en el ojo mencionando a San Gil y saludando efusivamente a Acebes y Esperanza, y pasando de Soraya Saenz de Santamaría y casi hasta del presidentismo del PP, Mariano Rajoy.
Vamos lo que en el refranero castellano viene siendo, hacer el pan como una hostias. Para divertir a ajenos y extraños ha estado muy bien, de hecho el culebrón promete no haber hecho más que empezar.
1 comentario:
Adri!! la ortografía!! "para haber si se calla"?
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