jueves, 20 de noviembre de 2008

Pues no es pa' tanto

En mi viaje semanal que realizó todas las madrugadas del jueves a Madrid y a Barcelona a través de los dos únicos contactos que permito fuera de los Estados Unidos que aparte del telefono son Cuéntame como pasó y Pòlonia. Me he enterado que alparecer hay algo de revuelo por un reportaje de The Economist (que como bien dice la versión polaca de Montilla es El Mundo en Gran Bretaña, y en versión revista me atrevería añadir).

El artículo es verdad que se ensaña un poquito con el tema del bilingüismo, pero vamos, halagos si lo comparamos a lo que hace Pedro J Ramírez todos los días. Y se llama caudillo a Pujol, y que el caudillaje le viene de una tradición española, y mira que a mí este hombre me despierta toda clase de respeto y ternura, pero no lo veo tan grave. Aun después de verle a sus 79 años, alentándonos a abrazar ideales para cambiar el mundo que nos servirían durante nuestra lucha en nuestra vida como adultos. Y exhortándonos a reflexionar nuestros ideales como él fantaseaba desde la prisión de Zaragoza creyendo ver els turons Lleida (los montes de Lleida)donde habia de nuevo un ejercito, esta vez no eran las huestes fascistas sino un pacífico ejercito de ciudadanos dispuestos a construir una Catalunya que la guerra y la dictadura habían robado .

Pero apunta errores que desde luego se han producido el dicho caudillismo se ha dado, de hecho a mi me gusta llamarlo Comunidades de Partido Único. Otra de las cuestiones que se señalan es la idea porque no decirlo algo localista de querer construir una Universidad en cada pueblo, desde luego es algo que juega muy en contra de nuestra Academia creando la Universidad Miguel Hernández o poniendo un Campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Talavera de la Reina, nos hemos olvidado de reforzar nuestras universidades con solera, para hacerlas grandes polos de investigación capaces de competir en el mundo.

Eso sí, en el artículo se destila un cierto tinte de amarillismo al estilo El Mundo. Sorpresa, la mía cuando el autor ha necesitado 20 días de gira por el país, cuando la mitad lo podía haber escrito con tres meses de suscripción a susodicho diario, y esto lo digo por sus alegorías al Manifiesto por la lengua común y otras perlas. Pero en fin la diversidad lingüística es muy difícil de vender y menos a los ultras del monolingüismo que son los anglos.

Pero mi lectura del artículo, no es tan negativa es verdad que desde la derecha se puede pensar como que se debe ir hacia atrás, hacia una involución autonómica. Pero mi visión, es que lo que debemos mirar adelante, a profundizar en el gran acierto de la descentralización y aprender de los errores de este modelo que sin duda esta tocando a su fin. De hecho el artículo también nos apunta que el federalismo y el reconocimiento de nuestras naciones clarificarían mucho la situación.

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