miércoles, 28 de julio de 2010

Con Cuba y Sin Castros, Moratinos 1 - Aznar 0

Si alguna vez me he sentido más cerca en mi vida del totalitarismo, ha sido asistiendo a una ponencia sobre participación juvenil en la que un nutrido grupo enfervorizado de las Juventudes Comunistas Cubanas se levantaban a toque militar a saludar y a lanzar vítores a la Revolución después de que uno de los suyos aprovechase dicha ponencia para hacer un panegírico sobre el comunismo cubano y no tocar el tema en cuestión.

Los grados de arbitrariedad que sufren los cubanos y que llevan a prohibir la homosexualidad, a tratar a los infectados de VIH como leprosos o a prohibir la olla a presión siempre han despertado en mi, una completa repugna hacia ese conjunto de sátrapas habaneros, que callan miserablemente ante el capitalismo turístico y a la dualidad humana, que no desigualdad, del derecho cubano entre turistas y nacionales, siempre en el detrimento del nacional. Y he defendido en discusiones bizantinas sobre la Educación y Sanidad cubanas, que espero que no entierren tras la caída del Castrismo.

Dicho esto, quedando clara y mi convicción anticrastista de la que jamás he renegado. La política de Moratinos al respecto me parece de altura y muy pertinente. La posición irredenta Aznar frente a Cuba, que llevó a la UE a la posición común contra Cuba fue tan solo repetir el error cometido por EEUU con el embargo. La posición común abocó a dinamitar la única relación incomoda y exigente que le quedaba a Cuba.

Si algo han demostrado los bloqueos y los boicots a dictaduras es que funcionan mal , la mayoría de las veces, los perjudicados no tienen nada que ver con aquellos a los que se pretende punir. En España, el boicot internacional al franquismo, unido a la ignorancia económica supina del régimen, llevó a sufrir 20 años de posguerra y Franco no cayó.

Además no entiendo por que los tan cacareados defensores de la Transición Española pretenden pedir lo contrario en Cuba, acaso es qué defienden la Transición porque lo que en verdad quisieran defender es el régimen anterior. Yo que sí me creo la Transición, desempolvando los apuntes de transitología quiero subrayar, la necesidad de que ante toda transición de una pequeña apertura del régimen para que una sociedad traumatizada consiga reunir valor para pensar autónomamente.

Entiendo que los presos cubanos que vienen de una situación abominable de cárceles sin derechos sientan que tiene que debe caer sobre Cuba toda la repulsa mundial. ¿Quién no, en la España de Franco, deseó la invasión por las tropas aliadas tras la IIGM?

Pero los españoles tenemos una experiencia parecida y un imperativo moral para actuar puesto que la Transición Española es el paradigma de la transitología y ya que como metrópoli jamás supimos estar a la altura e inventamos allí los tristemente celebres campos de concentración.



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