La timorata respuesta de la izquierda española al golpe de
efecto dado por el diputado Sánchez Gordilla es un mal endémico de este país y
especialmente de sus izquierdas. La acción la considero una perfecta campaña
mediática con un poder insospechable.
Este robo que en otra coyuntura económica me parecería un
acto irresponsable y populista. En el país y tiempo en que vivimos la encuentro
de una brutal necesidad. Esta campaña ha abierto dos debates, el primero de una
necesidad económica capital como es la explosión de la pobreza en España en
medio del debate sobre el subsidio de 400€. El otro de gran calado sobre un
tabú de la cultura política española como la ruptura institucional. E incluso
un tercero de índole filosófica sobre los principios del sistema.
La acción ha terminado por desnudar al emperador. Los dos
sacrosantos principios del liberalismo económico son la libertad de empresa y
la propiedad privada. El primero se hundió al nacionalizar los bancos con pérdidas,
socializando los costos de una gestión privada llamémosla suavemente
negligente. Pero esto ha empezado a hacer aguas cuando además la prosperidad privada
se ha visto también cuestionada, no solo por el ataque de Gordillo sino ante la
paradoja de una concentración cada día mayor de propiedad inmobiliaria en los
bancos y el desposeimiento de aquellos que han sido desalojados de sus casas.
El segundo debate es de carácter político y muy circunscrito
a las esencias patrias. Puesto que en este país se tiene a gala el paso del franquismo a la democracia sin haber
quebrado una ley. Esto ya viene de atrás puesto que uno de los mayores pecados que los leguleyos del régimen veían al
franquismo era la falta de legitimidad jurídica de origen.
Esta constricción de la legalidad asentada como principio sacrosanto
es un contrasentido, pues la ley no es LEY por sí misma sino para cumplir con una finalidad. Cuando la ley no sirve a su finalidad, no es que se quebrante una ley, es que dicha
ley ha perdido totalmente el sentido. Mi profesor Elvin Lim sobre sistema
político estadounidense decía que los tres pasos grandes momentos de
construcción de los Estados Unidos fueron las tres quiebras de su legalidad, la
Guerra de Independencia, la Guerra Civil y cuando Franklin Deleano Roosevelt
decidió nombrar los jueces que le faltaban en el Supremo para que no letumbasen el New Deal.
Mismo fenómeno encontramos en Francia cuando las rupturas
institucionales son ampliamente celebradas por izquierda y derecha por muy radicales
que estas rupturas fueran, desde guillotinar a un Rey hasta levantarse en armas contra la autoridad elegida por el parlamento, el General Petain.
Sin perderme demasiado en comparaciones, la legalidad puede
ser una lacra que nos impide ver la solución de las cosas y enfrentar el nudogordiano como rezaba el lema de los reyes católicos. “Tanto monta cortar comodesatar”. Que no se me malinterprete el fin no justifica los medios, pero desde
luego los medios no se justifican a sí mismos.
Por último y como ejemplo de todo lo anterior, si el día 15
de agosto se prorrogan los 400€ será por la acción de Gordillo y no por la muy loable campaña en redes sociales que ha iniciado el PSOE. Veremos cómo explica el
gobierno los 100.000.000.000 € con los que van a regar a la banca en
septiembre.
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