viernes, 14 de enero de 2011

La democracia es altamente contagiosa

Ben Ali, vete! Foto de FB de
aquellos que quieren ver al
dictador desalojar el poder
después de 23 años
Muchas veces se ha hablado de la importante influencia del turismo en la democratización de la España de la Dictadura. Los sucesos de Túnez recuerdan mucho al sur de Europa en los 70, la fatiga de los pueblos del Magreb es más que evidente. Sus regímenes dictatoriales y corruptos han sido golpeados por los más insospechados, mientras se protegían de los islamistas que según todos los analistas, eran su más seria amenaza.

Pero del movimiento de Túnez me viene a confirmar varias tesis bastante contrarias a los lugares comunes sobre Islam y Democracia:
  1. Como ya comenté en un pasado post sobre el Sáhara, el apoyo de los países occidentales a las dictaduras pro-occidentales de Marruecos, Argelia, Túnez y Egipto es una catástrofe. Y tiene como daño colateral, la promoción de los movimientos islamistas.
  2. Pese a vivir en el mundo del Choque de civilizaciones y después del 11-S, sorprende o al menos es gratificante saber que las pulsiones del ser humano son las mismas en todas las culturas y que llegado a un grado de desarrollo socio-cultural, la necesidad de democracia prende en los corazones de los pueblos.
  3. Parece ser que los norcoreanos tenían razón construyendo un régimen hermético puesto que el turismo masivo fomentado por dictadores ávidos de divisas, es un corrosivo lento pero efectivo. Inmigración y turismo parecen ser una pieza capital del cambio de mentalidad en los pueblos que sufren regímenes autoritarios. El ejemplo vale más que mil discursos idealistas, y pese a los contrargumentos de los regímenes...”Los españoles se entregan a las bajas pasiones, así que dictadura o guerra” o “Si damos libertad y democracia en Túnez, ganaran los islamistas”. Siempre prevalece el sentido común y la aseveración”...porque nosotros no”.
  4. Ahora lo más importante es el apoyo europeo a los jóvenes tunecinos, pues existe el precedente de la revolución iraní que recordemos comenzó como un movimiento anti-autoritario en contra de la Dictadura del Shah y después instrumentalizado por los radicales islámicos.
Este último escenario parece estar muy lejos de lo que está pasando en Túnez puesto que las revueltas han pillado con el pie contrario a los islamistas, aquellos de los que Ben Ali protegía a su pueblo y de paso a Occidente. Ver las imágenes de las revueltas y encontrar sobre todo a jóvenes y profesionales que reclaman “libertad, dignidad y justicia” como ha dicho una arquitecta en paro a la TVE, da esperanza en la consecución de un Magreb Democrático, que puede ser el primer paso para parar la islamofobia tan barata como extendida. Inshalá u Ojalá como decimos los españoles.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué siempre pareces tan panfletero?

Sumiciu dijo...

Pues no lo sé. A veces creo que aburro siendo muy técnico y científico social y otras me paso al discurso persuasivo.
Si tienes ejemplos me gustaría conocerlos.
Muchas gracias por tu crítica.