lunes, 19 de julio de 2010

La sentencia del Estatut y la cuestión Rabassaire


Una de las cosas que me han gustado más de la política francesa, es el análisis del pasado histórico para no repetir errores, la comparación recurrente entre la III, la IV y la V República. Aquí con un poco menos de experiencias democráticas también podríamos o deberíamos aprender de nuestros errores en los sistemas democráticos anteriores.

Hace tiempo que estoy entregándome a mi pasión oculta, la historia y me quedé atónito al redescubrir el incidente ocurrido alrededor de la Ley de arrendamientos agrícolas, la Generalitat y el Tribunal de Garantías Constitucionales (el Tribunal Constitucional de la época).

Corrían los tiempos de Lluis Companys al frente de la Generalitat de Catalunya en 1933 (junto con Montilla, uno de sus Presidents menos catalanistas), y se dispuso a la legislar la reforma agraria en Catalunya, que tenía unos contratos de arrendamiento de las tierras de tipo feudal llamados de “Rabassa morta” poco ventajosos para el campesinado que fueron modernizados en la susodicha ley.

Esta ley podía entrar en conflicto con la Constitución de 1931 que relegaba al estado el derecho social, aunque también podía interpretarse como derecho de las obligaciones una materia de Derecho civil competencia de la Generalitat.

En ese momento gobernaba en Madrid la coalición radical-cedista que decidió presentar un recurso de inconstitucionalidad al que se plegaron los magistrados del Tribunal de Garantías Constitucionales. La Generalitat tuvo una reacción bien parecida a la actual, la desobediencia civil, e implementó la ley, produciéndose la escalada de confrontación que llevó a la cuarta y última Declaración de Independencia de Catalunya hasta la fecha, el 6 de Octubre de 1934. La represión de estos hechos y la nefasta gestión pueden ser considerados antecedentes de la Guerra Civil, por ello deberíamos hacer un gran esfuerzo por superar la situación actual que es bastante análoga o quizá más grave que la de antaño.

Las diferencias son importantes, puesto que en Madrid, hoy continúa gobernando un PSOE sensible a las aspiraciones autonomistas de Catalunya, pero tal y como están las circunstancias no sería de extrañar la llegada al poder de la Derecha. Por ello es importante hacer un esfuerzo constitucional por parte del PP y modificar la Constitución al menos en las pequeñas materias que han sido declaradas inconstitucionales que para su desgracia no han sido las cuestiones de definición como “nació” o identitarías sino en cuestiones como el Consejo del poder Judicial catalán o los derechos lingüísticos. El encaje de Catalunya está en juego y hoy publica La Vanguardia un sondeo en el que se afirma que la opción independentista ganaría en un hipotético referéndum.



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