El Salvador cambia de era

Un exultante Mauricio Funes se proclamaba Presidente a las 9:30 hora salvadoreña, un tiempo record para los escrutinios electorales de la región centroamericana. Aunque el miedo y la campaña sucia han ajustado una victoria que se prometía arrolladora.

Finalmente todo los temores se han convertido en alegría y de esta jornada pletórica me han quedado un par de apuntes. La moderación ejemplar que representa no tan solo Funes como la elegancia que ha demostrado su partido cuando Funes se ofrecía magnánimo al recién derrotado ARENA. La segunda esta intrínsicamente relacionada con la anterior, y es la capacidad de haber sumado las clases medias al proyecto del Frente, la suma de aquellos que los comandantes guerrilleros les suenan casi a anticristo. Espero que esa inteligencia y moderación acompañen al Mauricio Presidente de la República.

Un pueblo que se llamaba Libertad

La fiesta en casa esta a punto de acabar, sorteando la ley seca que se impone 24hh antes y después del día de las elecciones. Hoy sigo con ese sentimiento contrariado que me provoca Latinoamérica, entre la esperanza y el pesimismo al que me devuelve a golpes de terrible realismo. Este sentimiento me conduce a pensar en que la victoria de Mauricio Funes está prácticamente en las manos de todos los salvadoreños pero de otro modo todos los salvadoreños esperan fraudes masivos por parte del sistema oligárquico… votos de salvadoreños muertos llevados por extranjeros centroamericanos, compra de votos a las gentes más humildes. Los rumores apuntan a que a los trabajadores de las maquilas (del nahuatl, sudor e identifica las fábricas deslocalizadas del primer mundo) les han sido arrebatados su documentos de identidad a cambio de 20$ y sobre presión de despido.
Pero en cambio por todas partes se respira el cambio como la ilusión de un pueblo que quiere poner en marcha la democracia y robarla de las manos de unos oligarcas que han ensuciado su nombre.
Por todas partes estás las señales de una sociedad desgastada que da la espalda a un sistema que se hunde. Todos abrazan la idea de tener un presidente que salga de fuera de las elites tradicionales que se corresponde con una imagen de profesional liberal, un periodista reputado que encarga la historia de injusticia del FMLN y las esperanzas de una emergente clase media profesional harta de vivir en una sociedad retrasada ya no tan solo en términos económicos sino también política y socialmente.
Esperemos que como dijo Milton al poco de tomar esta foto en Suchitoto “El cambio se siente en el clima”. Estas palabras no fueron pronunciadas por un convencido militante de izquierdas sino por un despolitizado joven hastiado de los que espero mañana den una victoria contundente a Mauricio Funes suficiente ante los fraudes de un sistema decrépito.

Democracia y Libertad según ARENA

Ayer aterrice en el aeropuerto de Comalapa y desde entonces me llevo inundando de la realidad electoral de El Salvador. Antes de llegar ya en el avión un buen hombre me hizo reflexionar sobre cual era la idea de Democracia y Libertad que ARENA llevaba implementando en El Salvador. Simeón de tan solo 50 años no sabía ni leer ni escribir y como tantos otros necesitaba ayuda para rellenar los formularios de entrada en su país.

Este hecho no es ni mucho menos aislado, en 2007 el 17% de la población continua siendo analfabeta dato del que todavía tiene la cara de presumir el candidato de ARENA, Rodrigo Ávila, en una entrevista para la cadena estadounidense latina UNIVISIÓN, en la que el candidato quedó en ridículo ante una entrevista nada hostil pero menos servilista de las que está acostumbrado.

Esta mezcla de analfabetismo, prensa servilista y propaganda masiva son las bases de un sistema democrático concebido por ARENA en el cual la rotación en el gobierno no se contempla. Y si a ello le sumamos que los salvadoreños en el extranjero no tienen derecho al voto que ni más ni menos representa casi un 30% de la población. Entonces ¿De qué libertad hablan?