Caricatura de FORGES en El País |
Anteayer el Pensionazo ha sorprendido a los españoles que asistimos atónitos y generalmente callados al mayor proceso de recortes sociales de la historia. El gobierno preso por los mercados y por una derecha que cada día sale a jalear a los especuladores, haciéndose eco de los peores vaticinios sobre la economía española, en un espectáculo bochornoso del “cuanto peor, mejor”.
Además por si fuera poco, los sindicatos nos venden e Izquierda Undida delira. Cayo Lara viene “con que no hay razones objetivas”, ¡Ay Cayo! con lo fácil que te lo habían dejado. La reforma no es urgente, eso puede ser discutible pero necesaria, lo es mucho.
En 2050, tan solo en 40 años, cuando yo espero estar jubilado (o igual sigo trabajando con 74), España será el país más viejo del mundo, con la edad media más alta, con el 14 % de la población mayor de 80 años y el 36% mayor de 60 años. ¿Es que alguien estará dispuesto a pagar el 30% de su sueldo en cotizaciones sociales además de los impuestos para sostener el resto de políticas del Estado?.
La situación es totalmente inviable pero tiene más de una solución y solo nos han contado una, quizás la más fácil y a su vez la más injusta. Las soluciones que propone el politólogo Hans Marteens del Think Tank European Policy Centre por nivel de rapidez y complicación son:
- Elevar la edad de jubilación
- Favorecer la inmigración
- Aumentar la productividad
Pues he de decir que a pocas personas he escuchado mentar la segunda solución a este problema. Seremos tan racistas e intolerantes que preferimos trabajar a los 70 años? Al menos nos lo deberían preguntar. Además Vicenç Navarro nos apunta dos soluciones más:
- Políticas para el aumento de la natalidad
- Nuevos formas recaudatorias para la Seguridad Social (más impuestos)
Viendo todas las políticas que proponen estos dos grandes de la Ciencia Política, la elección del gobierno, no parece muy acertada, al menos no la esperada de un Gobierno Socialdemócrata. Sobre todo no se entiende la ofensiva policial anti-inmigración que hace que los turistas latinoamericanos prefieran entrar por cualquier otro aeropuerto de Europa, ya que nuestros aeropuertos se han convertido en una fortaleza inexpugnable. Asimismo el recorte social ha dejado sin fondos a una política social estratégica (aunque insuficiente) como el cheque bebé.
A esto tenemos que añadir que si votamos conservador tendremos más de lo mismo o incluso más recortes. Si votamos social-demócrata también y si votamos Izquierda Undida, la política del avestruz. ¿A dónde vamos? Alguien me lo explica.